Creo que en general soy una persona bastante racional y
bastante pragmática. Pero hay cosas que no entiendo, hay cosas que creo que no
tienen explicación, hay cosas que escapan por completo a mi entendimiento. Como
por ejemplo qué ha pasado con mis llaves.
Ayer tenía que hacer un montón de cosas por la mañana. Así que
salí de casa a toda prisa. Cerré la puerta y llamé al ascensor. Y mientras lo
esperaba, me di cuenta de que me faltaban unas cosas que me había pedido mi
madre. Abrí de nuevo y volví a entrar. Fui a la cocina, recogí las cosas y
volví a salir. Todo esto es aproximadamente un minuto de tiempo porque mi casa
es muy pequeña y del rellano a la cocina son tres pasos. Bueno, pues cuando me
giré para salir de nuevo, las llaves que tenía en la mano no estaban. De repente,
llevaba sólo las del coche.
Miré si las había dejado puestas aunque no lo hago nunca. Negativo.
Miré por la cocina, lo cual es fácil porque es del tamaño de la cocinita de pinypon.
Negativo. Miré por el salón, lo cual tampoco es complicado. Negativo. El sofá,
el suelo, el mueble de la tele, el sillón de Ron, el escritorio. Negativo. Me rebusqué
en el bolso, los bolsillos, los pliegues de la ropa. Negativo.
Tenía tanta prisa que cogí las llaves de repuesto y me fui a
toda leche, convencida de que las encontraría
a la vuelta. Pero no. Y reconozco que me puse un poco obsesiva y he
buscado en TODAS partes. En serio. En plan, el horno, el frigorífico, la bolsa
de basura, los cajones, el montón de ropa para planchar. Y nada, las puñeteras
llaves no están.
Anoche me dio un poco de mal rollo, porque lo único medio
razonable que se me ocurre es que se me cayeran en la misma puerta al entrar,
que no las viera al salir pero que alguien las encontrara y se las quedara con
feos propósitos. Obviamante puse mis otras llaves por dentro para que nadie
pudiera entrar y me pasé toda la noche tratando de encontrar una explicación al
misterio antes de llamar a cuarto milenio.
Hoy por la mañana se me ha ocurrido que igual la señora de
la limpieza, que viene los miércoles pasó por mi puerta, las vio y las echó en
mi buzón. Y en un arranque de alegría he cogido mi copia de repuesto y he
salido en estampida hacia el portal. Admito cuando tengo una idea tengo
llevarla a cabo en ese mismo instante, un minuto me parece una espera
insoportable. Así que me he plantado en el ascensor sin desayunar y sin lavarme
la cara, con los pelos hechos una maraña, unas mallas que me quedan tan grandes
que se me caen, un forro polar que fue blanco con la camiseta del pijama
asomando por debajo y las zapatillas de estar por casa. Yo en mi quinta
esencia.
En esto que se abre el ascensor en el portal y ¡¡bum!! Un hombre
con un par de muletas que intenta entrar. Así que he hecho lo más racional en
ese caso: gritar y saltar hacia atrás como poseída por el demonio. El hombre,
al que no conocía de nada, me ha mirado confuso y al final ha murmurado un
saludo mientras se metía en el ascensor. Yo, en mi obcecación he ido al buzón. Y
negativo, mis llaves tampoco estaban allí. Entonces me ha dado por pensar…
¿Y si el tipo de las muletas al que no había visto en mi
vida era en realidad el malvado ladrón de las muletas y tenía mis llaves? ¿Y si
estaba subiendo en ascensor dispuesto a a brir mi puerta sin encontrar
resistencia y robarme mis inexistentes bienes materiales? ¿Eh? ¿EH?
Tenía tanto sentido, que he salido corriendo escaleras
arriba no sé muy bien con qué fin excepto el de desmayarme por ir en ayunas o
asustarle porque las mallas cada vez se me escurrían más abajo. Por suerte mi
ascensor es muy lento, así que es fácil darle alcance. Llegaría yo antes y
cuando intentara salir a robarme, pum, patada en la muleta. Luego ya veríamos,
pero he visto alguna peli de Chuck Norris, no puede ser tan difícil.
Por suerte para todo el mundo, el hombre de las muletas se
ha bajado en el primero. Al parecer es el nuevo inquilino del piso que se
alquilaba. Yo he llegado a mi puerta viendo lucecitas de colores y con las
rodillas flojas. Así que he desayunado y he cambiado el bombín de la cerradura
por otro que tenía en casa. Así que ya estoy de nuevo a salvo de los malos. Al menos
de los de este mundo. Pero sigo preguntándome a qué dimensión paralela se habrán
ido mis jodidas llaves.
Ahora será cuando aparezcan...
ResponderEliminarYo pierdo algo todos los días,,, y sólo aparece cuando dejo de buscarlo. El año pasado perdí las llaves. No las encontraba por ningún lado. No podía entrar a mi casa (afortunadamente mi casera vive en el piso de abajo así que en ese sentido, no había problema) Encima llovía... Volví a clase a ver si me las había dejado allí... pregunté y pregunté... y nada... Cuando ya estaba completamente convencida de que se me habían caído en alguna alcantarilla (pese a no haberlas sacado)... recordé... que seguramente me las había dejado en la taquilla... con la particularidad que las llaves de la taquilla... iban en el mismo llavero que las llaves y no tenía copia... jaja :p
Pues siguen sin aparecer... el caso es que yo no las había perdido nunca, pero mira, para todo hay una primera vez.
EliminarPor cierto, suerte en los exámenes que ya los tienes encima!!
Madre mía... Yo me hubiera encogido de hombros y hubiera seguido con mi vida jajaja... Soy demasiado pasota para esas cosas. Al final, en mi caso, cuando pierdo algo aparece en el sitio más inesperado: en la nevera, entre la ropa sucia...
ResponderEliminarBesos!
Yo puedo pasar si lo que pierdo son los guantes o algo así, pero las llaves no, porque alguien puede entrar y eso no tiene gracia...
EliminarMi hipótesis es que tú misma en el futuro viajas atrás en el tiempo y recoges tus llaves porque el bombín estaba a punto de fallar y así obligas a tu "yo" presente a cambiarlo. Así que el motivo por el que no encuentras las llaves es porque no existen en este punto del espacio-tiempo, sino que están en un posible futuro alternativo que tal vez nunca llegue a existir. ¿Te parece factible?
ResponderEliminarLa opción B es que se hayan caido por el coche. Pero esa es muy aburrida. :P
Pues oye, me mola mucho la idea porque entonces parezco lista... Y te digo más, es más factible eso que el que hayan caído en el coche, porque no llegué a salir del rellano de mi casa cuando las perdí. en fin, espero que mi yo futuro sepa lo que hace ;)
EliminarQué misterio, oye. Yo también me hubiera rayado un montón porque la verdad es que tiene poca explicación. Seguro que aparecen en el lugar más insospechado ahora que has cambiado el bombín (que apañá eres, a todo esto). Un besote!!!!
ResponderEliminarSoy Mc Giver, jajaja. Y menos mal, porque siguen sin aparecer...
EliminarQue misterio! Me ha encanto lo del ladron con muletas, esta la cosa tan mala que ni ellos cogen la baja. A mi hubiera pasado igual si algo no tiene explicación no puedo pasar de todo...
ResponderEliminarMe has recordado como estando en el piso de un solo ambiente de una amiga y sin dejar la puerta abierta en ningún momento desapareció su gato que era un cachorrito.
No nos lo podíamos creer en una casa que estaba vacía acababa de alquilarla... Busque dentro de la nevera en el horno... Una locura. Cuando nos rendimos apareció lo perseguimos a ver si veíamos donde se escondía y encontramos su guarida el pie del wc q es hueco por dentro!!
Los gatos son un misterio, desaparecen!! Mira que mi Ron es grande y a veces no le encuentro por ningún sitio. Luego sale de la nada y yo me quedo con cara de tonta. Pero las llaves no tienen patas para ir a esconderse :D
EliminarEsa llaves aparecerán cuando estés tumbada en el sofá, pensando en esas cosas tan raras que piensas, miraras a un lado y allí estarán! Y dirás WTF si allí ya mire.
ResponderEliminarPues... no sé qué decirte, siguen perdidas en una dimensión paralela. y eso sí que es WTF!!
EliminarTranquila Naar, tus llaves sin duda están con las mías en algún resort especializado en cerrajería (yo las pierdo una vez al año como minimo) ;P
ResponderEliminarPues oye, que lo disfruten, jajajaja!! Yo nunca las había perdido, pero mira, se han enterado de lo del resort y claro, han huido!
EliminarAparecerán en cualquier momento. Yo perdí una vez las del coche, desaparecidas en otra dimensión. Usaba la de repuesto y cuando me decidí a hacerme una copia nueva (con mando) las encontré: estaban dentro de mi paraguas plegable. Por lo visto, un día las metí en el bolso, donde también estaba el paraguas y se quedaron enganchadas en él. Guardé el paraguas en su sitio y hasta que no volvió a llover, no las encontré.
ResponderEliminarJo, pues qué mal, las llaves con mando para el coche cuestan una pasta! Lo sé porque la mía está rota y estuve mirando para hacerme una copia, pero al final pasé porque era un dineral!!
EliminarEl caso es que ya me da igual si aparecen o no, pero si las encuentro desde luego será un misterio!
Lo único que se me ocurre es lo k hago yo , mi madre reza a san Antonio y oye lo encuentra todo! Yo no me se la oración pero oye k funciona , en serio, tu prueba y me cuentas!!
ResponderEliminarYo me sé lo de san honorato los cojones te ato, Jajaja... Pero en este caso ni por esas...
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