He vuelto. Y os diré una cosa: qué
calor hace aquí, coño. Porque mira que tuvimos suerte en Polonia y
que hizo un sol radiante y un tiempo espléndido que nos permitió
comer al aire libre, pasear y tomar cervezas en terrazas muy
agustamente. Y claro, decíamos, oye, qué buen clima, quá calorcete
que pica un poco y todo. Pero todo esto lo decíamos con el jersey
gordo de lana, la camiseta de manga larga debajo, la interior y el
pañuelo al cuello. Y las mallas gordas. Y los calcetines de sierra y
las botas. Y oye, que sí, que qué buen tiempo, pero con la ropa de
invierno.
Pero luego llegamos aquí y por más
capas que te quites, sigue haciendo calor. Que me gusta a mí el
calor y el buen tiempo, pero también se me queda cara de gilipollas
cuando en cuatro horas paso de estar con el jersey de lana a pasearme
en pelota picá.
En fin, ahora que ya hemos hablado del
tiempo como en el ascensor, os cuento que ya he vuelto del viaje y
que ha sido una experiencia maravillosa. De verdad, hemos tenido
suerte para todo y con todo. Llegamos y las nubes desaparecieron,
salió el sol y como os decía, ni los polacos se creían el tiempazo
que hacía. Además el 1 de mayo también es el día del trabajo
allí, así que vimos un montón de cosas chachis y vivimos un
ambiente festivo y alegre. La ciudad de Cracovia es una preciosidad,
el casco histórico, el barrio judío, el antiguo guetto, el Planty,
la universidad... todo. Es para perderse por allí un mes y disfrutar
de los rincones, los restaurantes, los bares... y los polacos. Madre
mía qué de hombre rubio y alto por allí suelto. Ay, omá.
También visitamos Auschwitz, que eso
sí es una experiencia y hablaré de ella más despacio.
Ahora a parte del calor de huevos que hace aquí, ando liada poniendo lavadoras, preparando cosas para san Isidro porque la yaya me ha hecho un vestido de madrileña y cuidando de un Ron enfuruñado a la vez que mimoso con un ataque de mamitis serio y una uñita del pie derecho rota porque es un borrico.
Y bueno, lo dicho, que he vuelto. Aún
estoy centrándome y asimilando todo, pero poco a poco os contaré
más cosas.
A lo importante, ¿trajiste souvenirs del Papa Wojtila?
ResponderEliminarJajaja me alegro de que te lo hayas pasado bien y de que te gustara Polonia.
Besos, corazón!