martes, 18 de septiembre de 2018

El rock de la caspa


No debería estar escribiendo si no cepillándome los dientes y yéndome a la cama. Odio mi horario laboral. Y no tanto por madrugar como por tener que acostarme pronto. Sé que están íntimamente relacionados, pero yo sé a lo que me refiero. Si con dormir dos horas pudiera ir feliz al trabajo y no pasar ratos de agonía brutal ante la pantalla, me daría igual levantarme a las 6.
En fin.
En unas tres semanas y media se casa Rachel. Cuando se casaron Gordito y Bombita (no el uno con el otro, cada uno con su respectiva señora) hice etiqueta propia y conté un montón de cosas. Ahora paso. Demasiadas bodas, poco tiempo para escribir y cierto ambiente de desgana generalizado.
Gordito fue el primero, fue la novedad, la punta de lanza, el primer síntoma de ser adultos. Lo de Bombita pilló en un momento bastante dulce de mi grupo. Lo de ahora es casi un mero trámite.
Rachel lleva en realidad casi dos años casada por el juzgado holandés y tiene dos hijos. Esta fiesta es porque a ella nada va a impedirle ser la protagonista de su propia película, pero sentido, lo que se dice sentido, tiene poco. Y mi grupo satánico está muy distanciado. Por la edad, la circunstancias, la distancia física y mil cosas más, pero es así. Ya no somos los que fuimos.
Sin embargo, después de la boda de Gordito en la que no podíamos ser paletos y la de Bombita en la que dormimos con sor espectro, en esta no podía faltar el absurdo.
Anoche me disponía a dormir o al menos a intentarlo, cuando me empezaron a llegar whatsapp. Eso nunca es buena señal. Me habían metido en un grupo de chorrocientas personas en las que no conozco a casi nadie y Bombita anunció que era para hacer un flashmob en a boda. WHAT THE FUCK. Yo odio esas cosas. Soy muy susceptible a la vergüenza ajena. Pero respiré hondo y me dije, “bueno, no participes y ya está”. Hasta ahí medio bien. Y de repente, alguien dice que bueno, las normas para el flashmob son que se va a hacer para que los holandeses que diviertan y que es con música española, tipo (y cito textualmente) “pasodobles, paquito el chocolatero, chotis y cosas así”. Y que para customizarlo hay que llevar “pendientes y peinetas de plástico, flores en el pelo y tal, todo del chino”.
Mátame camión. Mátame rápido. Escribí en el grupo de mis amigos para la boda en el que no está Rachel y les dije que me avisaran cuando fueran a hacerlo para esconderme debajo de una mesa. De verdad, lo juro, en cuanto empiece el “pipipipipi piribí pipiiiii” del puto Paquito el chocolatero me iré a fumar fuera, me esconderé bajo la mesa fingiendo haber perdido algo, me iré al baño a hacer el pis más largo de mi vida o simplemente huiré haciendo la croqueta. Pero algo, lo que sea. Porque llevo desde ayer muerta de vergüenza sólo de pensarlo. Que hoy en el trabajo me acordaba y me subían los calores.
Y es que primero, obviamente no se va a ensayar porque es completamente inviable quedar tropecientas personas que no se conocen y ni siquiera viven en la misma ciudad. Así qué no sé cómo va a ser un baile organizado sin organizarse. Segundo, porque me repatea que nos quejemos de la España de la pandereta, la sevillana y el toro de osborne pero aprovechemos la mínima para lucirnos de la forma más casposa posible ante los atónitos holandeses. Y tercero porque creo que el Niño puede sufrir una combustión espontánea y dejarme y huir lejos al ver el bochornoso espectáculo. Y no le culpo. Yo lo haría. Es posible que lo haga. Si sobrevivo a mi propia vergüenza ajena y no se me paralizan las piernas, saldré corriendo.
Mira, de verdad ¿no puede haber una boda normal y corriente?


3 comentarios:

  1. jajaja, las bodas no son normales, ninguna.
    Una vez fui a una en el que los amigos del novio secuestraban a la novia y la pobre se pasó medio banquete encerrá, amos a mi me hacen eso, después de pagar la boda con el pastizal que cuesta y no tienen campo pa correr!!!!!

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  2. la gente de la escuela de industriales donde yo estudié eran lo más aburrido y sin sentido del humor que te pudieras encontrar, pero les gustaban más que a un tonto un lápiz todas las cosas más horteras, por ejemplo las bodas con paquito el chocolatero y la conga de jalisco.
    besos y que te sea leve! ;)

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  3. Jajajajaa.
    Yo de eso quiero vídeo!
    A mi también me dan vergüenza ajena esas cosas y mira que cuando se las ves hacer a los demás, parece que se divierten y todo. (Digo yo que alguien habrá que disfrute haciendo eso no?)
    Me veo que os mandarán una coreografía por mail o vete tú a saber para que la practiques en casita jajajajaja

    Ánimo y que sea leve!

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