sábado, 1 de septiembre de 2018

No toquéis lo que está bien


Pocas cosas son sagradas en el mundo para mí. Y una de ellas ha sido profanada. No pienso perdonarlo. Nunca, ¿me oís mientras agito el puño? ¡JAMÁS!

Hoy he cobrado la nómina y me he ido a lo que más me gusta hacer en el mundo: comprar comida de gato. Bueno, igual no es lo que más me gusta, pero sí es una de las cosas en las que más dinero gasto. A la vuelta venía cansada, muy cansada y dándole vueltas a todas las cosas que tengo que hacer. Y entonces, magia, ha sonado una canción. Y he visto el tronco, el lago, esos brazos capaces de levantarte por el aire, ese amor adolescente y... yo he traído una sandía.
Resulta que hace ya unos meses estaba el Niño comiendo en mi casa y cuando terminamos me dice “anda, según la lista de programación de la tele van a poner Dirty Dancing”. Yo me emocioné un muchito porque siempre que la ponen la veo y además podía obligarle a verla a él. Recogí un poco la cocina a toda prisa y me fui al sofá tan contenta. Y entonces, hummm, qué raro, hay otra peli mierder. Igual está acabando y ahora después ponen Dirty Dancing. Pero de pronto me fijo. Me sé la película de memoria. Una sola frase me basta para reconocerla. No era una peli mierder. Era una versión mierder de Dirty Dancing. Mira, así no, eh, así no.
Por curiosidad y porque soy una anciana que disfruta gritando a las pantallas, decidí verla. Y es, con toda probabilidad, lo peor que he visto nunca.
La protagonista es gorda. Y sabe Dios que yo no tengo nada contra los gordos, todo lo contrario. Pero a ver, aquí hemos venido a bailar, a llevar vestidos monos y a ser levantada por los aires. Siendo un ballenato eso se complica. Y yo dije, bueno, igual es gordita pero baila tan bien que resulta creíble. Bueno, pues no. Yo que soy un pato mareado con dos pies izquierdos y ambos de madera, lo hubiera hecho mejor. No entiendo cómo alguien puede tener la poca vergüenza de bailar así, hacer una versión de Dirty Dancig y seguir saliendo a la calle.
El protagonista NO es Patrick Swayze. Mal, fatal. Pero es que es feo. Feo como el dolor. Y no baila especialmente bien. Y mira, que no y punto.
El guión es el mismo con modificaciones absurdas, como una historieta sobre la pérdida de pasión de los padres que no interesa a nadie y un añadido al final en plan “La la land” que si ya me pareció lo peor en esa peli, imagínate en esta de serie B.
Y por último, que yo adore Dirty Dancing no significa que sea idiota. Sé que es una película que no aporta nada del otro mundo. Que el guión no vale un carajo. Que ni siquiera las actuaciones son memorables. Lo único que la hace totalmente maravillosa es la música, los bailes, los protagonistas guapos y con buena química. Si me quitas las tres cosas, es un bodrio totalmente infumable.
Total, que me sirvió para descargar bilis despotricando durante una hora y media y para convencer al Niño Chico de ver la original. Cómo sería de mala la versión esa, que la “buena” le pareció una maravilla.



2 comentarios:

  1. Jajajajajajajajajaja
    Versión mala de Dirty dancing??? A quien se le ocurre?, el mundo se va a la mierda.

    Yo he visto tres millones de veces la peli y comparto al cien por cien, tu valoración.

    Que sepas que ahora me he quedado con ganas de ver la versión chunga...

    Besos

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  2. 'dirty dancing' es una película muy ochentera y con mucho valor sentimental para la gente que fue joven en esa época. si ya fue un éxito y a la gente le sigue gustando recordarla como era, para qué cambiarla?
    es como con las canciones: está bien hacer una nueva versión de un tema que pasó desapercibido en su día y convertirlo en un éxito, pero no destrozar un clásico.
    me mola imaginarte gritando "jamás lo perdonaré!!" y agitando el puño. :D
    besos!!

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