domingo, 16 de septiembre de 2018

No conozco el secreto


Me gustaría escribir más en el blog. Mucho más. A veces me gustaría que fuera una especie de diario, pero ya ves qué cosas, tengo que dar gracias si consigo escribir una vez a la semana.
Me gustaría apuntarme al gimnasio. Echo de menos hacer pilates que me va estupendo para la espalda y hacer algo que me tonifique mínimamente las piernas fofas estas que tengo.
Me gustaría volver a las clases de inglés, me gusta mucho la sensación de haber alcanzado un nivel lo bastante bueno como para entender las letras de las canciones y seguir el hilo de conversaciones de guiris en el metro.
Me gustaría volver a cocinar cosas ricas, hacer lentejas cada dos semanas y lasaña de vez en cuando.
Me gustaría arreglar los tres sujetadores que tengo ahí para coserles bien el cierre. Y de paso, planchar los cuatro pantalones que tengo en el mismo cajón.
Me gustaría limpiar la casa bien, a fondo. Fregar los armarios de la cocina. El riel de la mampara de la ducha. Los cristales de las ventanas.
Me gustaría hacer muchas cosas, pero no me da la vida.
Soy una inútil. En serio, no hay nadie más tonto que yo. Trabajo de ocho a tres y no me luce el tiempo. Todo el mundo me dice que ese horario es una suerte, que tienes la tarde libre. Y yo que no acierto a hacer nada. Llego a casa a las cuatro o cuatro y pico, según se dé la cosa. Como, generalmente cualquier cosa que encuentro por ahí con aspecto comestible o algo que preparo el lunes y que repito cada día hasta el viernes. Y me duermo un rato. Porque me levanto a las putas seis de la mañana, mi trabajo es muy agotador mentalmente y estoy rota. Cuando me despierto apenas me da para más que para ducharme, cenar un poco de fruta y ver un capítulo de algo antes de irme a dormir de nuevo.
Así que ni inglés, ni pilates, ni culo firme, ni comida sana, ni casa limpia, ni sujetadores cosidos. Nada. Todo para mañana. Para el fin de semana. Para cuando tenga un rato. Para nunca, joder, para nunca.
Me pregunto cómo lo hacéis los demás. Cómo coño lo hacéis los adultos de verdad para hacer todo eso y muchas más cosas. Para a la vez que hacéis todas esas cosas, tener hijos y cuidarlos. Atender a la familia, quedar con los amigos, ir a la peluquería, hacer la compra. Cómo cojones lo conseguís sin que se os caigan los ojos de sueño. En serio, decidme el secreto, no es para una amiga, es para mí.


3 comentarios:

  1. Yo también me lo pregunto. Y mi horario me lo pongo yo. Y tengo tan demasiado poco trabajo que debo admitir que hace un mes, en realidad, no tengo trabajo (apenas unas correcciones para un cliente de ensueño, que representan un par de horas a la semana).

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  2. en mi escuela había gente que en los últimos cursos estudiaban las asignaturas que les quedaban, hacían el proyecto de fin de carrera, trabajaban de becarios, estudiaban idiomas y hacían el pino. pues bien por ellos, pero yo no tenía ni tengo ese gen de ser capaz de hacer muchas cosas al mismo tiempo.
    de todos modos la gente es muy fantasma, tampoco hay que creerse todo la que cuentan...
    besos!!

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  3. Hola!! A mi me cambiaron el horario a principio de verano (de 9 a 5h) y también voy como pollo sin cabeza. Aún así procuro hacer una cosa cada día: o hacer la compra o vaciar el lavavajillas, o tender una lavadora... El fin de semana limpio y me dejo la ropa planchada para la siguiente semana. Planchado básico, a veces confieso que plancho encima de la cama sin desplegar la tabla, pero me es suficiente para no ir arrugada en mi día a día.

    Un beso y ánimo

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