miércoles, 6 de febrero de 2013

ser feliz es posible

En mis años rodeada de físicos y enamorada hasta la médula de uno, aprendí montones de cosas. Algunas las he olvidado, o las tengo ahí como incógnitas porque nunca terminé de entenderlas del todo. Pero hay otras que tengo grabadas y una de ellas es el significado de la palabra “inercia”. Inercia es la tendencia a seguir en el estado natural hasta que algo lo modifica, así explicado malamente por alguien de letras. Es decir, si una cosa tiene tendencia a estar quieta (una piedra, por ejemplo), seguirá estando quieta hasta que llegue alguien y la saque de su estado de una patada. Pero cuando se recupere, volverá a su inercia, la de estar quieta.
Yo, que para eso soy más metafísica que física, lo llevo un paso más allá. Todos tenemos una inercia propia. Una tendencia natural a ser alegres o a ser serios. A ser simpáticos o retraídos. A ser cariñosos o rancios. A ser activos o perezosos. Y a veces cambiamos esa actitud por un agente externo que nos la modifica como la patada a la piedra. A veces es para mejor y otras para peor. El caso es que al final el efecto pasa, y volvemos a ser quien éramos. Con muescas, con enseñanzas, con bagaje a las espaldas, eso sí, no seamos pedruños. Pero volvemos a nuestro ser.
Y todo este rollo viene por una reflexión sobre la felicidad. Hay gente que cree que sólo siente felicidad con cosas que se la producen. Yo creo que están equivocados, creo que todos tenemos tendencia a ser felices, sólo que a veces hay gente que no lo ve. También estamos los que somos felices por naturaleza y sólo nos entristecemos o nos ensombrecemos por agentes externos que nos tocan la moral.
Yo soy feliz. Lo soy. Lo cual no significa que siempre lo esté. Gran idioma el castellano que diferencia ser de estar. Yo soy feliz. Soy feliz estando griposa tirada en el suelo de mi casa porque no tengo fuerzas para levantarme. Soy feliz yendo al hospital a ver a mi abuela. Soy feliz haciendo cosas que no me gustan. Soy feliz, aunque en ese momento esté triste. Y es que confundimos felicidad con alegría. Se puede ser feliz estando triste. Ojo de nuevo a la diferencia entre ser y estar. Para mí ser feliz es tener miles de razones para vivir y estar satisfecho con ellas. Es levantarse cada día con ganas de afrontar el día. Es quererse a uno mismo y a sus circunstancias. Ser feliz es un estado de la persona, una forma de ser y de vivir. Y eso no impide que a veces uno esté triste, enfadado, calimero o lo que sea, pero son sentimientos transitorios.
Como decía, a pesar de los malos momentos, mi estado natural es ese, ser feliz. Y es estupendo, porque lo siento profundamente en mi interior y nada ni nadie me lo puede arrebatar. Sólo lo puede modificar por un periodo breve de tiempo. Pero no me lo quitan. Como la piedra tras la patada, puede volar unos metros, pero al final cae y vuelve a ser una piedra inerte que no se mueve. Y si la pateas muchas veces, al final estará fuera de tu alcance. Y nada la podrá mover. Esa soy yo. Yo soy feliz. Si me pateas, quizás me jodas una temporada, pero volveré antes o después a ser quien era. Y me molo mucho cuando lo consigo.
Quizás también haya algo de actitud, yo quiero ser feliz y por tanto lo soy. No dejo que los problemas o los malos rollos me angustien más tiempo del debido. No me anclo en el pasado, no me aferro a los problemas, no cargo con lastres inútiles. Eso no significa que no me duela, que no tenga heridas, cicatrices, que no tenga recuerdos feos. Pero no les doy pábulo. Yo miro hacia delante, convencida de que vendrán cosas mejores. Lucho, sonrío y soy optimista contra viento y marea. Me guardo los recuerdos buenos y los malos los quemo en mi hoguera mental, para que se reduzcan a cenizas, para que se hagan humo y se los lleve el viento. Y qué queréis que os diga, no me va tan mal.
Ya fui infeliz y desgraciada durante una larga temporada y no me gustó nada. Fue tiempo perdido. Y yo creí que encontraría la felicidad en otras cosas. Pero no era verdad, no la encontraba en ningún sitio, ni con nada de lo que hacía, ni con nada de lo que me rodeaba. Y entonces tenía novio, trabajo, ganaba bastante dinero y hacíamos grandes viajes al caribe. Pero yo no era feliz. Yo era más y más desgraciada cada día. Porque había alguien que me pateaba como a la piedra y no me dejaba encontrar mi felicidad perdida. Hasta que la vi de nuevo. Estaba dentro de mí, hecha una bolita muy pequeña. Y elegí. Elegí mi felicidad. Así que mandé a tomar por culo a mi novio, mi trabajo, mi dinero y mis grandes viajes. Y volví a ser feliz en una casa vacía, sin muebles, sin un duro y sin nada. Mi felicidad interior creció y lo llenó todo.
Por eso, si de algo os sirven alguna vez mis pobres palabras, os reto a buscar la felicidad. La vuestra, la que está en vuestro interior. Por pequeña que sea. Está ahí, dentro de vosotros mismos. Dejad de tratar de llenar el vacío con cosas externas y ajenas porque no sirve de nada.
Ser feliz es posible. Os lo aseguro. La felicidad, queridos míos, no se busca, no se persigue, no está ahí fuera. La felicidad es algo que se es. Se tiene dentro. Y no hacen falta enrevesados caminos para encontrarla. Basta con escucharse, mirarse dentro, sonreír y decir: lo soy. Es parte de mí. Soy feliz.


P.D. Vale, igual ha quedado en plan rollito autoayuda, pero creo que por una vez y sin que sirva de precedente, merece la pena quedar como una moñas.

14 comentarios:

  1. Pues en lo personal me ha gustado, y aunque a mi a veces me duran ciertas cosas un poco más de lo debido, creo que en general soy feliz, aunque como dices, no siempre esté alegre. Es curioso porque siempre me había identificado con personajes que tiran más a la melancolía, pero lo cierto que siempre que me preguntan que si soy feliz, pese a que no todo vaya genial en mi vida reconozco que lo soy, aunque no siempre con letras mayúsculas, pero como has dicho tengo la suficiente felicidad como para levantarme todos los días, como para seguir adelante aun en las dificultades. No siempre la felicidad es tan evidente para todos o la buscamos en el sitio equivocado, pero creo que en algún punto de nuestra vida todos llegamos a un impasse donde o nos animamos a ser felices o nos hundimos en la tristeza. Saludos y genial post.

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  2. Lo que eres es muy inteligente, aprendes de los errores y por éso tienes esa estupenda filosofía de vida.
    ¡Esa Naar, cómo mola, se merece una ola!

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  3. Siempre he pensado que más bien somos neutros y dependiendo de los factores externos somos en determinados momentos felices o no, pero me gusta tu teoría, en realidad ya seamos por naturalez alegres, tristes o lo que sea, lo importante es como decidamos enfrentarnos a todo. Yo decido hacerlo con una sonrisa ^^
    (Pimiento)
    Besos!

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  4. Me gusta, me encanta como lo has expresado y no puedo estar más de acuerdo. Tus entradas siempre me infunden ánimos cuando los necesito. Biquños guapa!

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  5. Naar cuanta verdad, ni el dinero, ni el trabajo , ni un novio que no te llena dan la felicidad, a veces un cuarto vacío y un gatito lindo lo son todo! yo comparto esa filosofía porque también viví infeliz con mucho de todo y ahora soy muy feliz con un poquito de cada.un beso.

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  6. De las mejores reflexiones que te he leído. Bravo!

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  7. Siempre te leo, pero nunca te comento. Y hoy, ha llegado el momento de hacerlo.
    Naar, esta entrada es una de las mejores que he leído últimamente y por ellos quería decirte a grito "pelao": GRACIAS.
    Abrazo fuerte. :-)

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  8. Muy buena reflexión, me quedo sobre todo con el último párrafo, muchas veces nos decimos que seríamos más felices si estuviésemos forrados y de viajes continuos, pero cómo tu dices, "la felicidad es algo que se es".
    Sencillamente genial ^^
    Besos Naar!
    Tomate

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  9. Me ha encantado la reflexión!!! Intentaré hacerla un poquito mía porque también creo que en esta vida somos de una actitud concreta aunque a veces estemos con otra diferente.
    Gracias por compartir y de moñas ná!!!! ;)

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  10. Gracias a todos!! Me alegro mucho de que os haya gustado mi reflexión. Sed felices :)

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  11. Para mí no eres una moñas. Tienes más razón que un santo. La felicidad está siempre ahí. Siempre tenemos motivos para ser felices. Todo depende de si queremos mirar el lado bueno de las cosas, o no. Habrá nubarrones, por supuesto, pero no es sano irse a vivir a uno. Es mejor dejarlos pasar. Un besazo, guapa!!!

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  12. No te puedes ni imaginar lo que me ha gustado esta entrada y lo que me ha ayudado a reflexionar. Eres feliz porque aprecias las cosas más sencillas, que son las más grandes. Nunca dejes de ser así y de pensar de esta manera :)

    Un beso!!

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  13. Pues sí, suena mucho a autoayuda, pero no por eso deja de ser verdad. Siempre andamos buscando la felicidad: con un nuevo trabajo, con un viaje, con nuevas compras, ... La buscamos en el futuro, pero debemos detenernos y mirar si ya somos felices ahora en el presente y lo otro es accesorio. Cuesta mucho, pero deberíamos pensar en ello.

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Estás aquí, has leído... así que comenta hombre ya!!