viernes, 21 de diciembre de 2012

se ha acabado el mundo?? no?? pues vaya...

Jopé. Qué asco. No ha pasado nada. ¡¡Yo quería que se acabara el mundo!! Me siento estafada. Yo quiero mi fin del mundo.
No sé si os pasará a vosotros, pero yo tengo la extraña sensación de que llevo toda mi vida oyendo hablar de un fin de mundo inminente. Y sobre todo desde el 2000, ya es una especie de obsesión. Ay, que se acaba hoy. Ay, que no, que mañana. Ay, que si pal lunes que si pal miércoles. Y nada. Aquí no se acaba nada más que mi paciencia. Además, me pregunto, una vez pasado el 21 de diciembre de 2012 de los cojones… ¿cuándo será la próxima fecha prevista? Necesito datos para estar atenta, porque yo siempre he pensado que sería guay presenciarlo. Oye, es historia en vivo. El final de la historia para ser exactos. ¿Y quién no quiere leerse un libro hasta el final? Además, luego podrás ir al cielo, al limbo o lo que sea y fardar que te pasas.

-         ¿Y tú de qué moriste?
-         De un infarto/de viejo/atropellado por un seiscientos/de un empacho de judías pintas con chorizo.
-         Bah, pringao. Yo morí en el fin del mundo.

Y molas mil más que el resto, claro. Así que siempre que he oído lo de tal día es el fin del mundo, me entra la curiosidad a ver qué pasa y cómo va la cosa. Si se va a llenar todo de lava y fuego y azufre, si aparecerá el diablo con su tridente y sus cuernos y su rabo. Si no nos enteraremos de nada porque la Tierra volará en pedazos y se convertirá en un bonito fuego artificial. Yo qué sé, pero eso hay que verlo.
Lo malo es que poco a poco, voy perdiendo la ilusión. Me siento como el del cuento del pastorcillo y el lobo. Que tanto “ay, que viene”, que ya no me lo creo y a este paso, un día me voy a levantar y van a estar los jinetes del Apocalipsis aporreando la puerta de mi casa...

-         ¿Naar? ¡salga que es el fin de los tiempos!
-         No me interesa ningún seguro, gracias.
-         No vendemos seguros, oiga, somos los jinetes del Apocalipsis salga y muera, que se acaba el mundo.
-         Gracias, pero tampoco quiero cambiar de compañía de gas, de luz, de teléfono ni de nada. No voy a comprarle calendarios ni a darle aguinaldo. Váyanse, hombre ya.
-         Pe… pero oiga, en serio, que somos los ángeles de la muerte y la exterminación.
-         Ya, ya, eso ya lo he oído antes. Hale, zumbando de aquí.

Y tantos años de intriga no servirán de nada, porque se acabará el mundo mientras yo estoy aquí como una gilipollas tejiendo una bufanda para mi abuela y tirando la pelotita de albal al gato. Me pillará en pijama de pelotillas y despelujada. Me pillará con unas bragas viejas y sin maquillar. Me pillará comiéndome los lacasitos por un estricto orden de colores.
No sé por qué, pero tengo un repentino sentimiento de estar desperdiciando mi vida mientras los jinetes del Apocalipsis cabalgan a toda leche hacia mi puerta.

8 comentarios:

  1. Igual los jinetes del apocalipsis han venido a acabar con nosotras y sin saberlo los hemos despachado como en tu diálogo, "Hale zumbado de ahí" :)

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  2. Pero no seáis tan negativas!! Podremos decirles a las generaciones futuras que sobrevivimos al Fin... es más, las nuevas generacione serán las primeras post-apocalípticas que caminaran por la Tierra!! Milagro!! xD

    Estafada no, lo siguiente; que yo quería mis ríos de sangre hirviendo. Tsk.

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  3. pijama de pelotillas??? y son los mejoress!!!!!! jajjaja... feliz fin de ciclo..!! mejor tomárselo así no??

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  4. Peor es lo mío, que me construí un búnker y aquí no ha muerto ni Rita xD

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  5. Porque te pasa un poco como a mí: que si hay que cambiar de ciclo, rapidito y cuanto antes. Hombreya.

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  6. Si se acaba el mundo, mejor estar cómoda y con un lacasito en la boca! Aunque si las predicciones mejoraran, podría currarme más la "última cena"

    http://www.mafaldayatienemasde30.blogspot.com.es/

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  7. Yo sigo esperando el fin del mundo cuando lleguen los E.T para vengarse. Ni mayas ni leches!
    Un beso!

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  8. Ya he oído tantas veces lo del fin del mundo que supongo que me pasará eso que dices, vendrán los jinetes y los mandaré al carallo jejeje. Biquiños!

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