Como soy una
supersticiosa de mierda, el post 301 es para mi Ross. En un par de días, vuelvo
a la normalidad con post chorras y paridas varias.
Era muy fácil quererte. Era como respirar. Era parte de mí.
Yo hacía cosas y te quería. Iba a la facultad, estudiaba, salía con mis amigos
y te quería. Iba a buscarte, a verte jugar al rugby, íbamos a casa Paco y a las
fiestas con los satánicos y te quería. Iba a trabajar, conducía, bajaba al sur
y te quería. Y luego, estaba contigo y te seguía queriendo. Quererte era muy
fácil. Era como respirar, era parte de mí.
Luego lo dejamos, sí. Pero yo seguía queriéndote. Y ya no
era fácil, pero sí era parte de mí. Tú
eras parte de mí. De mi vida, de mi entorno, de mí misma. Quizás por eso, una
vez que te enfadaste me dijiste que yo sólo te quería por la vida que me dabas,
por el mundo que habíamos creado con nuestros amigos y nuestras costumbres. Yo
no te quería a ti, quería nuestro mundo. No terminé de entenderlo, pero pensé
que quizás fuera verdad. Así que me alejé de ti. Y aprendí a vivir sin todo ese
mundo. Incluso aprendí a vivir sin ti. Pero jamás aprendí a vivir sin quererte.
Quererte era como respirar, era parte de mí.
Durante años me esforcé mucho en no quererte. Te lo aseguro,
hice todo lo posible. Salí con otros chicos, conocí otra gente, fui a otras
fiestas. Pero te seguía queriendo a ti. En contra de mi voluntad. Quererte era
tan mío, que no sabía renunciar a ello. Era parte de mí, era como respirar. Pero
seguí en mi empeño. Tenía que olvidarte, tenía que seguir adelante. Empecé una
relación. Incluso me fui a vivir con él. Y no hubiera sido todo tan difícil,
tan complicado, tan a contracorriente si hubiera podido dejar de quererte. Si hubiera
podido dejar de respirar. Todo salió mal. Porque las cosas complicadas no
funcionan. Porque a veces, hay cosas que tienen que ser sencillas, que salir
solas, que ser parte de ti. Como respirar. Como quererte.
Hubo dos años en los que me empeñé en odiarte, incluso. Estaba
dolida y quería olvidarte como fuera. Casi, casi lo consigo. Casi consigo ver
otra cosa que no fueras tú. Casi consigo que no me importes. Casi dejo de
respirar. Pero no. Porque volví a verte. Y en cuanto te vi, lo supe. Te querré
hasta que me muera. Desde ese día, todo lo que he hecho ha sido dar pasos hacia
ti. Y espero llegar a estar tan cerca, que no tenga que volver a irme. Espero,
con todas las fuerzas de mi corazón, que tú no quieras que me vaya. Que tú también
vuelvas a sentir que es tan sencillo querernos, que es tan parte de nosotros
que es como respirar.
Mientras tanto, esperaré paciente. Esperaré a que vuelvas de
viaje. Esperaré a que dejes de tener miedo. Esperaré a que quieras que
respiremos de nuevo. Porque quererte siempre ha sido fácil. Y lo sigue siendo.
Quererte es fácil, es sencillo, es parte de mí. Es como respirar.
Bufff... no sabes (o igual leyendo mi blog sí lo sabes) lo identificada que me siento con este post!
ResponderEliminarPrecioso!
Besos!
Me alegra mucho que te haya gustado :) puedes hacerlo un poco tuyo si quieres, para eso compartimos en el mundo del blog.
EliminarQué dulce, y qué intenso al mismo tiempo. Las cosas realmente buenas son fáciles y salen así, como respirar.
ResponderEliminar¡Qué bonito! Espero que al final encuentren la manera de estar juntos tal como el otro Ross y Rachel, y que su historia sea mucho más bonita de lo que ya es. Saludos.
ResponderEliminarNena, te has sacado el corazón del pecho y lo has puesto en este post!
ResponderEliminarEspero que esta historia de amor tenga un final feliz, porque estas historias lo merecen. Me recuerdas a mi hace ya bastantes años, cuando también intenté olvidar al que hoy es mi marido... Hay amores que se llevan muy dentro, y duran toda la vida (aunque tengamos otros planes).
Besotes gordos
Qué bonito Naar, yo no dejaría escapar a quien me dedicase algo así. Biquiños!
ResponderEliminarOjalá que esta vez salga bien y no os volváis a separar, te mereces que te quieran de esa manera tan fácil como respirar!
ResponderEliminarBesos!
Tomate
Ayyyyy. Qué cosa más bonita... No puedo decir más porque, cuanto más diga, más ñoña me pondré... Besotes!!!
ResponderEliminares muy bonito naar, es el amor maja. tal cual.
ResponderEliminarsigue respirando...
un besico!!
Toma ya!!!! Aquí está la respuesta a mi pregunta de las 300. Con el corazón en la mano... ;-)
ResponderEliminarPor cierto, hay algo "extraño" que aún no te he dicho: La relación más larga que he tenido (6 años) y la que más tocada me dejó, fue con un tío que estaba obsesionado con su equipo de futbol del instituto. ¿Sabes cómo se llamaba el equipo? Rosstock. Y él lo llamaba el Ross. De hecho se tatuó Ross en el brazo, y a partir de ahí, muchos le llamaban Ross...
En fin, esa cosa rara llamada coincidencia. ;-)
besoooos.
Jajajaja!! El mundo bloguer da unas cosas q mehacen una gracia... Es genial que tú también tengas un Ross! El mío no se llama así, ni se lo llaman ni nada... Es un nick que le puse yo por Ross y Rachel de friends, un día lo explico con detalles...
EliminarUn beso.
He terminado con la lagrimilla fuera, no te exagero. ¡Pero qué bonito, por Dios! Ross tiene que darse cuenta de que tenéis que estar juntos toda la vida, eso es amor verdadero!!
ResponderEliminarUn besazo!
PD: Si hay boda, ya te organizo yo la despedida de soltera, no te digo más. Y si no hay boda también, qué demonios.
Boda??? Arg!! La palabra prohibida!! Noooo!
EliminarPero lo de la fiesta mola, vete preparándola de todos modos!
Ay madre mía, cómo te entiendo!
ResponderEliminarUna sonrisa,